De   26 octubre, 2024

Nosotros también jugábamos a videojuegos en los años ochenta, pero eso no quitaba de que también estuviésemos todo el día tirados en la calle jugando con los amigos. De hecho, muchos padres solo dejaban coger el ordenador a sus hijos llegado fin de semana, y a sabiendas que ya no tenía tareas del cole pendientes. Las calles y patios estaban llenas de niños, y nuestras madres estaban tranquilas solo con asomarse por la ventana.

Aquí os dejo algunas referencias a ocio y la cultura juvenil de antaño. Muchas de ellas se han ido perdiendo, pero es nuestra labor ir recuperándolas para nuestros pequeños.

JUEGOS DE CALLE:
Entre los más populares, sin duda era el famoso «escondite», donde incorporábamos tecnologías que ni el mismo Splinter Cell para no ser detectado, como serían los Walkie-Talkie, y los telescopios caseros, realizados con los envases de papel albal y dos cristales espejo.
Otro que no podía faltar era “el laberinto “, creado por el amigo con más imaginación del grupo a lo master, haciendo uso de una tiza para dibujar en el suelo, similar a un juego de rol antes incluso de que conociésemos la existencia del término.
Una cosa que seguramente se dejó de ver (y vender seguramente por motivos de seguridad), fué jugar a las famosas canicas. Todos teníamos en nuestra colección las famosas ojo de gato, galáctica o nácar.

JUGUETES Y COLECCIONABLES:

Las piezas de TENTE, que guardábamos en los tambores de detergentes DIXAN. Teníamos los famosos Roblox, populares Transformers que se beneficiaron de la moda de los robots. Dicha empresa era española, siendo mas popular que LEGO, que era más cara, y estaba enfocada a un público más infantil.
En lo que se refiere a juegos de mesa, sin ser tan complejos como los actuales (ni tan caros), todos teníamos en casa alguno de la marca CEFA, que editaba en dos versiones, una económica y otra más grande y con mejores materiales. La marca MB (la creadora de la Vectrex), también era una habitual, con juegos tan emblemáticos como Hero Quest y Operación.

Alejándonos de las clásicas Micromanias, teníamos lectura fácil gracias a multitud de libro juegos “pasa a la página “, así como las diferentes colecciones de enciclopedias las de Barrio Sésamo o el libro secreto de los Ghomos.
Los “clips” de PLAYMOBIL fueron muy populares también, así como su codiciado Barco Pirata, que afortunadamente han perdurado en el tiempo, y hasta existen exposiciones dedicadas.

De todo lo anterior también ayudó las campañas de publicidad de la época, sobre todo en anuncios de televisión.

CINE Y TELEVISIÓN:
El cine clásico ha tenido un auge similar al de los videojuegos. De hecho, los videojuegos de antaño tenían mucha relación con el cine. Juegos de compañías como la extinta OCEAN eran un éxito de ventas, gracias a sus adaptaciones del celuloide, y porque no decirlo, de gran calidad en la mayor parte de las mismas, lejos de lo que sucede en la actualidad.
En la actualidad, debido en parte a la falta de ideas y la inclusión política, muchos recurrimos a re visitar el cine clásico y familiar. Y de hecho, algunas salas de cine ha puesto eventualmente en cartelera clásicos como Gremlins, Goonies o Blade Runner, con bastante aceptación.
Lejos de lo que muchos críticos de cine puedan pensar, lo cierto en que muchos agradecimos la aparición de sagas de Marvel con su MCU.

En cuanto a las series, gracias a la plataformas digitales y el poder ver se han popularizado nuevas sagas con la posibilidad de hacer maratones. Sin embargo, en los ochenta estábamos en casa puntuales pegados a las cadenas de televisión cuando había un capitulo nuevo del Equipo A, la serie «V» de la icónica lagarto Dayana, la edición española Barrio Sésamo (la de Espinete) o animes como Oliver y Benji, tras el Telecupón.
Un dato curioso de éste programa, era un concurso en el que podías jugar desde casa al videojuego HUGO, marcando los números de tu teléfono fijo.
Es importante destacar que antes no había canales dedicados al público infantil, por lo que la programación de los canales estaba enriquecida intercalando dicho contenido.

Los videoclubs fueron lugar de encuentro, principalmente llegado el fin de semana para alquilar películas y videojuegos.