
Inves Spectrum+: la versión autorizada del Spectrum+ hecha en España
Últimamente he estado investigando la historia del Sinclair ZX Spectrum en España y he encontrado algunos datos sorprendentes que incluso los fans más veteranos del retro quizás no conozcan. Todos recordamos a Investrónica como el distribuidor oficial de Sinclair en nuestro país, pero su papel fue mucho más que el de un simple intermediario.
Investrónica no solo trajo los productos de Sinclair a nuestras tiendas: ayudó a dar forma al éxito del Spectrum en España, participó en el desarrollo de hardware, localizó contenidos y facilitó el nacimiento de una de las escenas de 8 bits más creativas de Europa. Aquí repasamos algunos capítulos poco conocidos de ese legado.
La entrada de Sinclair en España fue frenada por la burocracia
Mientras que en Reino Unido el ZX Spectrum revolucionaba los dormitorios adolescentes en 1982, en España tuvimos que esperar. Las estrictas leyes de importación y las políticas proteccionistas dificultaban la entrada directa de productos electrónicos extranjeros.
Fue gracias a la experiencia de Investrónica navegando la burocracia española que el Spectrum pudo empezar a venderse legalmente en tiendas españolas—primero como importación, y más tarde con documentación y soporte adaptados.
El ZX Spectrum 128 se lanzó primero en España
Sí, como lo lees. En 1985, Investrónica colaboró directamente con Sinclair para desarrollar y lanzar el ZX Spectrum 128K—meses antes de que llegara a las tiendas británicas. Su nombre en clave era Derby, y fue diseñado pensando en el usuario español: más memoria (128KB), chip de sonido dedicado (AY-3-8912), y conectividad RS-232/MIDI.
Para muchos de nosotros, el 128K no fue una mejora, sino nuestro primer Spectrum. Y nació aquí, en España.

Investrónica ofreció una línea de soporte técnico
Mucho antes de los tutoriales de YouTube, Investrónica habilitó una línea telefónica nacional de soporte técnico para usuarios de Sinclair. Si tenías problemas con LOAD ""
, errores de BASIC, o el cassette no cargaba, podías llamar y recibir ayuda real.
Fue una jugada inteligente que generó confianza y ayudó a que muchas familias no abandonaran su experiencia informática a la primera dificultad.
Más allá de la distribución: manuales, teclados y localización
Investrónica no se limitó a traducir cajas. Participó activamente en la localización completa del producto. Desde manuales en castellano hasta teclados con disposición española o superposiciones adhesivas, cada detalle importaba.
También colaboraron con editoras para que más software estuviera disponible en nuestro idioma—algo clave para los usuarios más jóvenes (¡y sus padres!).
Erbe y la revolución de los 875 pesetas
Aunque no fue obra directa de Sinclair ni de Investrónica, vale la pena recordar el papel de Erbe Software, que en 1987 redujo drásticamente el precio de los juegos del Spectrum a solo 875 pesetas (unos 5 €). Esta decisión marcó un antes y un después: los juegos se hicieron accesibles para todas las familias y se frenó la piratería.
El resultado fue una segunda juventud para el Spectrum en España, cuando ya en otros países comenzaba su declive.
España convirtió el Spectrum en arte jugable
Quizás recuerdes cargar La Abadía del Crimen, Game Over o Phantis—juegos que en su momento dejaron a muchos con la boca abierta. Estudios como Dinamic, Topo Soft y Opera Soft demostraron que en España no solo se jugaba—también se creaba.
Con gráficos ambiciosos, dificultad legendaria y un estilo propio, estos títulos marcaron época y elevaron al Spectrum como lienzo artístico.
El Spectrum ayudó a alfabetizar digitalmente… en silencio
A diferencia del BBC Computer Literacy Project británico, España no tuvo un plan estatal para llevar los ordenadores a las casas. Aun así, gracias a programas como Connecta el micro, pica el start (TV3) y a la cultura DIY, el Spectrum sembró las semillas de una generación de programadores, técnicos y creativos.
Investrónica facilitó ese proceso haciendo del ordenador algo accesible, cercano y útil para toda la familia.
Reflexión final: un legado cocinado entre dos países
El éxito del ZX Spectrum en España no fue casualidad. Fue fruto de la colaboración entre Sinclair e Investrónica, de una cultura que se apropió del micro británico y lo convirtió en algo propio.
Desde la legalización del producto hasta el lanzamiento pionero del 128K, pasando por la localización, el soporte técnico y el impulso al software nacional—España dejó su huella en la historia del Spectrum.
¿Y tú? ¿Cuál fue tu historia con el Spectrum?
¿Compraste tu Spectrum en El Corte Inglés? ¿Llamaste alguna vez al servicio técnico?
Cuéntanos tu historia en los comentarios o comparte este artículo con alguien que también vivió la era dorada del Spectrum en España. ¡Entre todos, mantenemos vivo este legado!